La Visita del los Reyes Magos, en gran parte, representa el inicio de la historia de la “Sagrada Familia” del Cristianismo. Así también, muchas veces se excluye en la historia, que Jesús pasó parte de su infancia temprana fuera de Belén y de Tierra Santa, forzada al exilio por el rey Herodes, la Sagrada Familia huyó a Egipto y vivió allí varios años, varios cristianos coptos tienen preservados lugares donde la Sagrada Sagrada familia estuvo presente en Egipto. Varios artistas se inspiran en graficar a la Sagrada Familia pasando por las Pirámides de Giza.
Ahora bien, existe una relación entre entre Los Reyes Magos y las Pirámides de Giza, pues los egipcios de tiempos faraónicos, como los cristianos, también tenían una “Santísima Trinidad”: Horus, Osiris e Isis, que en realidad eran cuerpos celestes observables por el ojo desnudo: El Sol, la estrella Sirio y la constelación de Orión respectivamente.
Descubrieron, como muchas otras sociedades de la antigüedad que estudiaban el cielo, que el Sol, que no sabían lo que era pero les daba la vida con su luz y su calor, alcanzaba su punto más bajo en el horizonte hacia el 22 de diciembre. 3 días después, el 25 de diciembre, tras 3 días “muerto”, sin moverse desde su punto más bajo, “resucitaba” y comenzaba a elevarse en el cielo representando el nacimiento de la luz y el comienzo de la victoria frente a la oscuridad (el Sol renace y se empiezan a alargar los días).
Ese día, el 25, cuando el Sol va a salir por el horizonte, lo señalan en línea recta 4 estrellas: Sirio, la más brillante del firmamento, y Alnitak, Alnilam y Mintaka, las tres estrellas del Cinturón de Orión también conocidas como los Reyes Magos.
Es decir, el día que Horus, el dios Sol nacía (o renacía), una estrella, Sirio (que también representaba a un dios), señalaba el lugar dónde lo iba a hacer y le seguían Tres Reyes Magos (que son parte de su tercer dios).
Es la primera leyenda del nacimiento de un dios de la que tenemos constancia histórica. Y es una historia que habla de estrellas y podemos observarla cada noche de diciembre y enero en el hemisferio norte.
Las pirámides no fueron construidas situándolas al azar, donde mejor les venía. Las colocaron para que éstas se alinearan perfectamente con el Cinturón de Orión, los Tres Reyes Magos, uniendo así sus dioses celestes con sus dioses terrestres que están enterrados en las majestuosas pirámides de Keops, Kefren y Mikerinos.
En ese contexto, y en conmemoración del «Día de los Reyes Magos», la Embajada del Paraguay en la República Árabe de Egipto, organizó en fecha 6 de enero del corriente año, una jornada de actividades y juegos para los niños de la comunidad paraguaya y latina en Egipto en la residencia del Embajador.